top of page

 

 

Nos ubicamos en la nada, en lo liminal, en los intersticios. Ahí donde hemos sido colocadxs en relación a un discurso de supuesta diversidad sexual. Por eso no podemos ser leídxs como textos, tal como lo pretende el poder, sino que conformamos un corpus aún más amplio que escapa de la mirada. Es nuestro deseo, por el otro, por nuestro propio ser, a veces inclasificable, a veces demasiado común. Nuestro deseo no se limita al sexo, nuestro eros se extiende más allá y llega a lugares indecorosos ante la mirada ajena. Somos texto, somos huella, somos nuestra propia creación que brota desde el vacío que, supuestamente, ocupamos. Nuestro límite no está determinado por las categorías impuestas, como cuerpo e identidad. Nuestras identidades son cambiantes, nuestros cuerpos se contaminan con otros cuerpos, con las letras, con imágenes que brotan de evocaciones  a tiempos pasados, futuros, con "el otrx" que nos habita y al "sí mismx" que se desvanece expandiéndose, fluyendo. Somos monstruxs y nos mostramos, no para ser ubicadxs, al fin. Si no para que ese devenir que somos, mueva, cimbre, en lo profundo del ojo hasta llegar al hueso. Subvertir el orden inquisitivo de la mirada al forzarla.

 

Este espacio, por lo tanto, es para compartir nuestras creaciones y compartirnos, a nosotrxs mismxs, desde una disidencia monstruosa para contaminar la mirada. Desenvolvernos alrededor de ese vacío, enmarañarnos entre nosotrxs y tornarnos un solo tejido. Todo aquel que lo desee está invitado. 

 

(Publicamos trabajos de cualquier índole que consideramos disidentes y monstruosxs, al hacerlo consideramos ya a su autorx y a su obra como parte del colectivo y de nosotrxs mismxs)

 

 

 

 

bottom of page